Por qué Portugal sigue superando el crecimiento medio de la Unión Europea

29 de septiembre de 2025 por Amelia Investment Networks

Durante la última década, Portugal ha pasado de ser una economía periférica en la eurozona a convertirse en un referente de crecimiento sostenido, estabilidad macroeconómica y atracción de capital.

En un contexto europeo marcado por bajo dinamismo, tasas de interés en transición y desafíos fiscales, Portugal destaca como una historia de éxito económico dentro de la Unión Europea.

1. Crecimiento por encima de la media europea

Según el Banco de Portugal, el PIB nacional creció un 1,9 % en 2024 y se prevé una expansión del 2,3 % para 2025, cifras superiores al promedio de la zona euro (1,1 %).
Este desempeño sitúa al país en el Top 5 de crecimiento en Europa Occidental, impulsado por tres factores clave:
Inversión extranjera directa (IED): Portugal recibió más de 12.000 millones de euros en IED en 2024, un aumento del 9 % respecto al año anterior.
Exportaciones récord: las ventas de bienes y servicios representaron el 51 % del PIB, con fuerte impulso en sectores como turismo, automoción, tecnología y energías renovables.
Demanda interna en expansión: el consumo privado creció un 2,5 % gracias al aumento del empleo y los salarios reales.

2. Estabilidad macroeconómica y disciplina fiscal

A diferencia de otros países europeos, Portugal ha mantenido una gestión fiscal responsable, alcanzando un superávit presupuestario del 1,2 % del PIB en 2024 —uno de los pocos de la eurozona— y reduciendo su deuda pública al 96 % del PIB, su nivel más bajo desde 2009.
Esta prudencia ha reforzado la confianza de los mercados internacionales, permitiendo al país financiarse a tasas históricamente bajas y mantener un entorno favorable para la inversión.

3. Motor inmobiliario y entrada de capital privado

El sector inmobiliario continúa siendo uno de los principales motores de la economía.
Según CBRE, la inversión inmobiliaria alcanzará 2.500 millones de euros en 2025, con una proyección de crecimiento del 8 % interanual. Lisboa y Oporto lideran la atracción de proyectos residenciales, hoteleros y de rehabilitación urbana, mientras que regiones como Setúbal, Braga y Évora emergen como nuevos polos de desarrollo.
Portugal ha logrado equilibrar su crecimiento inmobiliario con estabilidad estructural, sin señales de sobrecalentamiento. La oferta regulada, la seguridad jurídica y la transparencia de procesos han sido diferenciales frente a otros mercados europeos.

4. Reformas estructurales y talento internacional

La combinación de reformas estructurales, políticas pro-emprendimiento y programas de atracción de talento —como el Tech Visa, el Startup Voucher o los incentivos para nómadas digitales— ha impulsado el posicionamiento del país como un hub de innovación y calidad de vida.
Además, el crecimiento de polos tecnológicos en Lisboa, Braga y Aveiro está generando empleo altamente calificado y una base fiscal sólida, alimentando un ciclo virtuoso de inversión, consumo y productividad.

5. Proyección 2026–2028: crecimiento con fundamentos

El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que Portugal mantendrá un crecimiento promedio del 2,1 % anual hasta 2028, respaldado por la estabilidad política, la transición energética y el flujo constante de capital extranjero.
Todo indica que el país seguirá superando la media de la UE, ofreciendo un entorno seguro, rentable y predecible para la inversión inmobiliaria y privada.

Portugal combina disciplina fiscal, dinamismo económico y calidad de vida, un triángulo poco común en Europa.
Para inversionistas que buscan equilibrio entre rentabilidad y seguridad, el país se consolida como un destino estratégico de mediano y largo plazo.

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